Alejandro Parra, 17
Último año, Escuela Secundaria Woodcreek
Diagnóstico: osteosarcoma, agosto de 2016
Actualmente en remisión
“Mantente siempre positivo y nunca pienses negativamente. Busque la orientación de familiares y amigos y nunca pierda la esperanza”. - Alex
Escuchar las tres palabras, “Tienes cáncer”, cambió su vida para siempre.
Cáncer, quién lo hubiera pensado, estaba en estado de shock, mis padres llorando. Lo siguiente que sabes es que el Doctor está divagando una y otra vez sobre lo que era y todo este galimatías médico. Todo lo que pude recordar fue que él dijo esto: “Tienes osteosarcoma, un tipo raro de cáncer de hueso, con solo 20,000 casos al año en los Estados Unidos”. Continúa: "Tienes un 40 por ciento de posibilidades de vivir y un 60 por ciento de posibilidades de que sea fatal". Lo detuve allí mismo, "¿Entonces me estás diciendo que puedo morir?" Dijo en un tono tranquilizador: "Bueno, cada 5 años más o menos hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que regrese, y la amputación es una opción". estallé en lágrimas. “Existe la posibilidad de que se propague a cualquier parte de su cuerpo, pero si se propaga a sus pulmones, no estamos seguros de qué podríamos hacer desde allí”, dijo. Luego comienza a divagar, y ahora todo lo que podía pensar era si iba a morir, quién iría a mi funeral o cómo viviría conmigo mismo si perdiera la pierna.
La decisión que le salvó la vida.
Me desperté 5 horas después, intenté mover la pierna que estaba amputada y no pude. Había olvidado lo que se siente al caminar, correr, estirar las piernas. Cuando traté de moverlo, se sentía como mil libras. Mis padres estaban allí a mi lado. Nunca olvidaré sus sonrisas cuando me desperté, pero cuando el doctor entró, las sonrisas comenzaron a desvanecerse. “Su tumor se ha extendido un poco por su pierna y tuvimos que cortar más de lo esperado. Si su hijo hubiera elegido el reemplazo de rodilla, ese tumor se habría seguido propagando y nunca lo hubiéramos sabido. Estábamos llenos de alegría, los abrazos recorrieron a todos, las lágrimas se convirtieron en lágrimas de alegría y la positividad siguió después de eso.
Puede que haya sido uno de los momentos más aterradores de mi vida, pero es uno de los momentos en los que más he aprendido. Es donde aprendí que hasta en los momentos más oscuros siempre hay que buscar la luz, que no puedes rendirte solo porque algo negativo pase, y que no puedes dejar de luchar.
Extractos del ensayo John McLean Hero Award, escrito por Alexander Parra.